La exposición / Ensayo de causa y efecto

Monsanto y la desaparición de la población agraria en Paraguay

En Paraguay en la ultima década, la industria de la soja es uno de los problemas mas graves que afecta a todo el país. Por eso, Jorge Galeano, quien es Coordinador Nacional del Frente Nacional de la Lucha por la Soberanía y la Vida, escribió que, “estudios sobre población señalan el incremento en los últimos años de la población urbana por una parte, y por otra, se verifica un proceso de disminución población en puntos rurales” (Galeano 2005). Galeano escribe de los problemas agrarias en Paraguay, uno de los cuales es las semillas de la soja de Monsanto. Monsanto es una compañía que ha monopolizado la industria de la soja en muchos países, específicamente Paraguay, poniendo en peligro la industria y el sustento de los campesinos paraguayos. Una variación de las semillas de Monsanto, Round-up Ready (RR), ha tenido un efecto destructivo en los campesinos de Paraguay, muchos de los cuales han dejado la tierra para áreas urbanas, y por eso ha habido un inevitable impacto en la población y la economía de Paraguay.

Monsanto es una compañía que controla la mayoría, casi toda, de la industria de la soja en el mundo. Según el sitio de web argentino de Monsanto, en 1901, John Francis Queeny creó la compañía Monsanto y en 1976, la herbicida de Roundup fue introducida como producto comercial, y su venta fue muy lucrativa (Monsanto en el mundo). En 1995, “Se aprobaron varios productos modificados genéticamente para su comercialización: soja Roundup Ready, resistente a glifosato…” (Monsanto en el mundo). El glifosato es un compuesto utilizado para matar las malas hierbas. Trece años después, Round-up Ready (RR) existe como una variación de la soja genéticamente modificada, protegida intelectualmente por Monsanto (Combat Monsanto 2008). En 1999, La Comisión Nacional de Bioseguridad de Paraguay, “resolvió no permitir la siembra de material genéticamente modificado, particularmente la soja RR de MONSANTO, en territorio paraguayo” (Lovera 37). Pero, a causa de evidencia no concluyente, La Comisión no podía prohibir por completo las siembras de RR, y por eso, “…algunos productores…incurrieron en el delito de sembrar el material ilegal” (Lovera 37). Entonces, actualmente los cultivos paraguayas no quedan libre de siembras genéticamente modificadas.

En esta situación, los campesinos pierden porque no tienen suficiente poder para combatir una compañía multinacional como Monsanto. Según Combat Monsanto, de los agricultores que usan transgénicos, “solamente 24% son paraguayos, los demás son extranjeros de origen brasileño, alemán o inclusive japoneses o bién ‘inversionistas internacionales, que invierten dinero en el nuevo oro verde’ para retomar la expresión del vice-ministro de la Agricultura, Roberto Franco” (2008). Los representantes de Monsanto llegan a un pueblo, crean una relación con las familias locales, ofrecen comprar la tierra por un precio muy bajo, y después destruyen todo lo que aquella familia ha levantado para sostener su vida rural (Combat Monsanto 2008). Esta situación es muy grave porque los campesinos no tienen suficiente poder—ni colectivamente, ni con la ayuda del gobierno paraguayo—para luchar contra Monsanto (Galeano 2005). Consecuentemente, este problema afecta a mas sectores del Paraguay que solo el sector agrario.

Galeano trabaja para que, “ la población paraguaya comprenda que el problema agrario no es un problema sólo de campesinos, sino más bien que es un problema de orden político y económico que afecta a todos los ciudadanos” (Galeano 2005). El resto del país paraguayo necesita darse cuenta de que la presencia de Monsanto y el problema de las siembras RR afectan a los campesinos y todo el país, incluyendo el gobierno, la economía, y la salud de la población. El gobierno de Paraguay no tiene suficiente poder en el sector agrario para apoyar suficientemente a los campesinos en contra de Monsanto. La economía paraguaya sufre porque esta industria es básicamente monopolizada por Monsanto. La salud de la población sufre porque la tierra en que cosechan la siembras de la soja RR sigue siendo contaminada por muchos años después de su cultivación (Lovera 37). Como resultado, la población rural de Paraguay está en disminución.

“Aquellos que no trabajan la tierra no consideran que el problema campesino les vaya a afectar, sin embargo, el trabajo del campo posibilita el abastecimiento de las ciudades” (Galeano 2005). Un problema que puede parecer tan abstracto para un paraguayo que vive una vida muy urbana puede también tener efectos graves en su vida cotidiana. Este fenómeno causa la pérdida de territorio nacional a extranjeros. También, las compañías grandes tienen mejores derechos a la tierra que los campesinos. A causa de Monsanto y la semilla de la soja RR muchos campesinos se están mudando del campo a las ciudades. Por eso, hay una multitud de gente en una área del país, dejando pocos para luchar contra Monsanto y recuperar el control de las semillas, la industria de la soja, y el sector agrícola de la economía paraguaya.

Bibliografía

Galeano, Jorge. “Análisis del problema agrario y escenarios futuros.” NOVAPOLIS (2005): n. pag. Web. 8 octubre 2001.

“La introducción clandestina de los OMG en Brasil y Paraguay.” Combat-monsanto.es. Combat Monsanto, 2008. Web. 8 octubre 2011.

Lovera, Miguel. “¡Paraguay, territorio libre de transgénicos!” Biodiversidad (2000): 37. Web. 8 octubre 2011.

“Historia en el mundo.” Monsanto.com.ar. Monsanto, 2009. Web. 18 de octubre 2011.